OFELIA ALICIA CASSANO
Detenida el 24 de Marzo de 1977 a las 17.30 hs, en la calle Rincón al 300, localidad de Banfield, provincia de Buenos Aires.
Fueron testigos oculares del hecho los vecinos del lugar, que llamaron a la Policía, presentándose el Comisario de dicha localidad.
Dicho funcionario me atestiguó en una entrevista posterior que habiéndose presentado en el lugar del hecho no había podido actuar por tratarse de un operativo militar.
Esto fue nuevamente confirmado el 30 de ese mes en una entrevista con el Intendente de Lomas de Zamora, el Coronel Daniel García.
También fue aseverado por el jefe del comando del Regimiento III de Infantería, Teniente Coronel Don Francisco Minicucci; quien reconoció la detención de mi hija, y que en ese momento la estaban interrogando. Eso sucedía en el mes de Abril.
En la madrugada del 25 de Marzo, fue allanado mi domicilio.
Envié telegramas colacionados el 6 de Abril de 1977 al Presidente de la Nación Teniente General Jorge Rafael Videla; al Ministro del Interior, General Don Albano Harrindegui; al Comandante en jefe del Comando Zona I, General Don Guillermo Suárez Mason, y al mencionado Coronel Don Francisco Minicucci.
Interpuse recursos de Habeas Corpus el 22-4-77 en Banfield, el 20-5-77 en La Plata; el 13-5-77 en la Capital Federal.
Envié cartas con aviso de retorno al Teniente General Videla y al General Harrindegui en las siguientes fechas: 22-5-77; 24-6-77; 20-7-77; al General Gómez 28-5-77; al Brigadier Klix 22-5-77; al General Viola 22-5-77 y 26-6-77; al Brigadier Agosti 22-5-77 y 10-6-77; al Almirante Massera 22-5-77; Monseñor Tortolo 29-5-77; Monseñor Collins 29-5-77; Monseñor Aramburu 29-5-77.
El 14-7-77 tuve una entrevista a las 9 hs en el piso 13 del edificio Libertad, con el secretario del Almirante Massera quien me reafirmó la detención de mi hija por el ejército y que se iba a interceder por ella.
Por indicación del Teniente Coronel Minicucci, me dirigí al Regimiento I Patricios, donde tuve una entrevista con el Teniente Coronel Suasnavar. Nuevamente fue reconocida la detención de mi hija y me dijo que ésta iba a ser puesta en libertad, 28-5-77. Nuevamente me entrevisté con el citado Coronel el 25-8-77 en el que noté un cambio de actitud, me dijo que la estaban juzgando decidiendo su posible ejecución. Ante tal conducta ese mismo día entrevisté al Teniente Coronel Minicucci quien me aseguró que mi hija no corría riesgos.
El 24-8-77 y el 26-10-77 el padre Armando Monzón, capellán del Comando Zona I, me concedió entrevistas en las cuales me refirió que mi hija estaba detenida, tranquilizándome respecto de su integridad física, que estaba en la Subzona 11.
En Septiembre del 77 tuve entrevistas con el Coronel Ruarte el cual me corroboró todo lo dicho anteriormente. En Noviembre nuevamente me concedió otra entrevista.
Durante todo ese año continué enviando cartas con aviso de retorno a todas las autoridades competentes, recibiendo por toda respuesta el desconocimiento total de su paradero.
El 15-2-78 tuve una entrevista con el Monseñor Graselli.
El 17-2-78 entrevista con el cónsul de Italia, de cuyo país mi padre y mi suegro son originarios.
El 20-2-78 entrevista con el secretario del Nuncio Apostólico, Monseñor Karen Müller.
El 10-4-78 entrevista con el general Eduardo Catan, quien se comunicó con el General Don Guillermo Suárez Mason, quien le dijo que mi hija estaba detenida pero que el destino de los prisioneros era un secreto militar.
En los meses siguientes escribí cartas a Monseñor Aramburu, a Monseñor Pío Laghi, a Monseñor Vicente Zaspe, al Presidente de la Nación y al Jefe del Comando Zona I.
El 26-8-78 me recibió el General Don Guillermo Suárez Mason, quien dijo que iba a tratar de averiguar el paradero de mi hija.
A partir de Septiembre de ese año se comenzó a contestar mis cartas con las respuestas que se estaba investigando sobre ello.
Durante todo el año 1979 continué escribiendo a los altos jefes militares y entrevistándome con los pastores de la Iglesia. También me comuniqué con la Conferencia Episcopal Argentina
El 6-7-80 por indicación del Ministro del Interior tuve una entrevista con una funcionaria del Ministerio donde referí los hechos acaecidos.
En Noviembre de 1981 y en Marzo de 1982 tuve una entrevista con su E.R. Monseñor Doctor Raúl Primatesta.
En Marzo de 1982 tuve una citación del Ministerio del Interior para continuar las investigaciones sobre el paradero de mi hija, para cuyo efecto se me solicitó presentara todos los datos pertinentes y que regrese cada 60 días.
Estos datos fueron consignados en un cuaderno en la medida que se producían.
